Incertidumbre

Es vox populi que estamos en días de incertidumbre económica y eso se nota en la calle y el ambiente. No puedo dejar de pensar preocupado, cada vez que enciendo la televisión, en cual será el siguiente golpe que recibirá esta piel de toro, porque compromete, al menos en parte, el futuro común.

Por un lado, el sector del transporte ha decidido rebelarse contra los estados occidentales, que permanecen expectantes ante la subida estratosférica del precio del crudo, controlado por poderosos jeques árabes, que parecen cada vez más empeñados en grabar sus nombres con letras doradas en el libro Guinness de los récords.

Por otro, algunos artistas se declaran en rebeldía contra la tauromaquia, con desnudos de postín en los que se aguijonean la piel con banderillas taurinas. Y a su vez, mi tío Fulgencio sigue por su pueblo natal, caminando por las calles meditabundo, mientras busca una solución que se antoja imposible, con las lágrimas rodándole por las mejillas al ver que sus ladrillos sufren raquitismo crónico; a pesar de que los ha cultivado, regado y agasajado hasta con música durante décadas, con una dedicación casi paternal.

A toda esta receta explosiva hay que añadirle la situación política del país: un verdadero cóctel molotov. En la oposición hay una lucha cainita en la que los candidatos esperan escondidos en la sombra a que pase el temporal mediático. Que nadie lo dude, más tarde saldrán armados con cerbatanas verbales envenenadas, listas para cargarse a un "líder" que ya poco tiene que hacer. Yo creo que sigue habiendo Esperanza aunque parece que la batalla final se librará sobre Costa. En el otro lado del río, la cosa tampoco pinta bien. Ahora los del Gobierno parecen estar balanceándose como funambulistas novatos sobre una cuerda floja. Se verá si la gente sigue dándoles crédito cuando el ojo del huracán inflacionista haya pasado.

Frente a todo este aluvión de acontecimientos, un grupo de jóvenes, aguerridos y emprendedores, en concreto los de mi generación y las próximas, seguimos luchando por un futuro brillante, aunque he de decir que parece que nos hayan galvanizado, hipnotizado y colapsado la mente con el comienzo de la Eurocopa, las drogas blandas y el éxito de las nuevas estrellas jóvenes del deporte, como los Gasoles, Nadales, Alonsos y compañía.

Espero que salgamos adelante.

Un saludo